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domingo, 22 de abril de 2012

estudioa de londres

Harry Potterlandiafotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotosfotos Los siete libros de Harry Potter se han traducido a 69 idiomas y han convertido a su autora, J. K. Row ling, en una de las mujeres más ricas del Reino Unido. Las ocho películas de la saga han amasado casi 8.000 millones de dólares. Los actores protagonistas, Daniel Rad cliffe y Emma Watson, hace mucho tiempo que dieron el estirón. Aquellos niños son hoy estrellas multimillonarias que posan en las revistas ligeritas de ropa. Sin embargo, Warner se resiste a dejar de hacer caja con los rentables hechizos.
A partir de ahora los fans de la saga disponen de un centro de peregrinación para rendir culto al niño mago. Hasta ahora tenían que conformarse con el andén 9 y 3/4 de la estación londinense de King"s Cross, desde donde partía el Hog wart Express cada comienzo de curso. Este pasado fin de semana se ha inaugurado en el norte de Londres "The Making of Harry Potter", una suerte de "parque temático" con los decorados, vestuario y atrezzo de la serie que recibirá cada día a 5.000 visitantes.
Warner ha invertido 120 millones de euros en reproducir los escenarios conocidos al dedillo por los espectadores. En plena campiña inglesa cerca de Hertfordshire, a 30 kilómetros de la capital, los estudios Leavesden han llenado sus 14.000 metros cuadrados de cartón piedra con aromas dickensianos. El callejón Diagon, donde se venden productos para pócimas y varitas mágicas (se emplearon 3.000 en el rodaje); el gran salón del Colegio Hogwarts de Magia y Brujería; el dormitorio de Gryffindor; el Ministerio de la Magia; el observatorio de Dumbledore; el laboratorio del profesor Slughorn; las Highlands de Escocia...
En estos hangares se fabricaron cazas durante la II Guerra Mundial y motores para Rolls-Royce. Aquí se han rodado los episodios de Harry Potter y películas como "007. Goldeneye", "Sleepy Hollow", "Star Wars. La amenaza fantasma" y "Sherlock Holmes". Warner conservó todos los decorados porque, como explica el director de las últimas cuatro entregas, David Yates, «eran tan increíbles que decidimos ir guardándolos por si los aprovechábamos». El realizador presume de que «más allá de los efectos especiales la gente descubrirá que el mundo de Harry Potter era sorprendentemente real».
33 euros la entrada
Los estudios no disponen de atracciones en las que montar a la manera de Disneylandia. El recorrido sirve para constatar el trabajo artesano de los técnicos capaces de reproducir escenarios que parecen de otro siglo, recubiertos de hollín y telarañas, todavía con los grafitis dejados por los actores. Los frascos y probetas con pociones misteriosas tienen truco: son vulgares plantas aromáticas, desvelan los decoradores. Los huesos de ignotas criaturas están comprados en la carnicería.
Se echan de menos los centenares de velas que flotan en lo alto de las estancias, cortesía de los efectos digitales. Al inicio del rodaje se probó a usar velas reales, pero tras varios accidentes se añadieron en postproducción. La espectacular maqueta de Hogwarts consigue que los "muggles" (los mortales sin poderes mágicos) se queden boquiabiertos. La fabricaron 86 artistas a lo largo de medio año y aparece en las ocho películas. En su interior brillan 2.500 leds para simular las antorchas que iluminan el internado.
La excursión al mundo mágico de Harry Potter no es barata. Las entradas, agotadas para los dos próximos meses, valen 33 euros las de adulto y 21 las de niño. (Se reservan en la webhttp://www.wbstudiotour.co.uk). El precio del "merchandising" también provoca escalofríos: desde los 20 euros por sacarse una foto con una escoba jugando al "quidditch" a los 400 de la túnica de Dumbledore.

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