Los Studios Leavesden, próximos a Londres, donde se filmaron las películas de la saga del niño mago Harry Potter, acaban de abrir sus puertas a la industria internacional. Warner Bros., que los adquirió en 2010, ha invertido 155 millones de dólares en reformarlos para que puedan ser usados por cualquier compañía de cine o televisión que lo desee. Anexo a este complejo de estudios está la atracción The Warner Bros. Studio Tour London – The Making Of Harry Potter, que opera desde el pasado mes de marzo.
En una nota informativa, Warner Bros. asegura que sus Studios Leavesden, a menos de 20 millas de la capital británica, serían capaces de absorver "un tercio de las producciones de estudio en Gran Bretaña", y se presenta como una alternativa no sólo para el rodaje cinematográfico, sino también para videos musicales y programas de televisión.
Hasta ahora el estudio de Hollywood había usado en exclusiva estas instalaciones de 200 acres para filmar entre otras cintas "Sherlock Holmes", "Charlie y la fábrica de chocolate", "Ira de titanes" y algunas escenas de la última entrega de la saga Batman. Seguirá Warner rodando en los estudios, pero para amortizar su inversión los pone a disposición de cualquiera.
Los estudios de Leavesden se extienden por más de 76 000 metros cuadrados, con nueve sets de filmación, entre ellos un tanque para tomas submarinas. A ello se unen talleres, almacenes y oficinas, para garantizar la la producción y postproducción. Año y medio han durado las obras para dotarlos de los más modernos elementos tecnológicos.
En la misma zona funcionan los históricos estudios de Pinewood, donde se filmaron las películas de James Bond, entre otras muchas, y en Surrey están los de Shepperton, pertenecientes a la misma empresa, que tiene sucursales también en Canadá, Alemania, Malasia y pronto en República Dominicana.
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